La respiración es una puerta de entrada a tu sistema nervioso
Respiramos de forma automática e involuntaria, normalmente tomamos entre 12 y 15 respiraciones por minuto. Cuando activamos el cuerpo con ejercicio físico podemos llegar a 25 o 50 respiraciones/minuto. De igual manera si nos asustamos, nos ponemos nerviosos/as, algo nos preocupa o estamos con estrés la tasa de respiraciones sube. Además, la forma en que respiramos también cambia. Las respiraciones pueden ser lentas, suaves y completas cuando estamos en calma, y rápidas, cortas y sentidas principalmente en la parte alta del pecho si estamos en alerta.
La respiración se adapta de manera automática gracias al funcionamiento de nuestro preciado sistema nervioso, al igual que lo hace la frecuencia cardiaca y otros órganos del cuerpo.
Pero curiosamente la respiración también puede ser voluntaria y esto nos proporciona una valiosa vía de entrada para entrenar a nuestro cuerpo-mente a sentir calma, bienestar y seguridad. En calma podemos llegar a 6 respiraciones por minuto (la respiración coherente que tiene muchos beneficios a nivel cardiaco también).
La clave está en aprender a notar nuestra respiración de base o natural y en practicar ejercicios que poco a poco entrenen al cuerpo (diafragma, músculos intercostales) a respirar de manera pausada, a un ritmo constante. Dejando que el aire entre y salga por la nariz para obtener todos los beneficios que nos proporciona una respiración completa y diafragmática. También es un entrenamiento atencional, en atención plena para estar presentes con nuestro ritmo respiratorio.
AHORA TÚ:
- Para un momento para notar tu respiración de base (tal y como estás respirando ahora mismo mientras lees estás líneas).
- Si quieres cierra los ojos y nota tu siguientes 5 o 6 respiraciones.
- ¿Qué has notado?
- ¿Notas tu respiración rápida o pausada?, ¿Sientes las respiraciones cortas o profundas? ¿Notas diferentes la inhalación de la exhalación? ¿Hay alguna tensión?
Comparto contigo dos recursos prácticos hoy. Te servirán tanto si eres principiante como si ya incorporas estás practicas porque siempre viene bien un recordatorio 🙂
1. Practica la respiración diafragmática (es lo mismo que la abdominal) colocando una mano en sobre tu pecho y otra en tu abdomen para sentir el movimiento del aire dentro de ti. Nota cuál de las dos manos se mueve más (parte superior o parte abdominal). Intenta llevar el air que inhalas hasta el fondo (dejando que tu abdomen se eleve suavemente, sin forzar). Puedes exhalar por la boca si te es más fácil (como si soplaras una vela lentamente).
2. Tómate 11 minutos para practicar conmigo con el vídeo que tienes a continuación.
¿Cómo te encuentras después de parar unos minutos y prestarte atención?
*Foto de Unsplash.
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