Cuando observamos la actividad de nuestra propia mente (pensamientos, emociones, planes, recuerdos, etc.) surge en nosotros/as lo que llamamos “el observador” o la “conciencia testigo”. Es entonces cuando estamos presentes, nos damos cuenta del contenido de nuestra mente, y podemos observar nuestras preocupaciones, miedos o deseos con cierta distancia. Pasamos de la modalidad “Piloto automático” a la modalidad “Estar presentes” o, como yo le llamo, “Actitud Mindful”.
Al observar nuestra mente nos daremos cuenta de que hay pensamientos y emociones que son útiles, agradables y que nos ayudan a avanzar hacia nuestros objetivos como, por ejemplo, la esperanza, la ilusión, pensamientos sobre nuestros logros personales o la aceptación sana. Pero también hay una serie de emociones y pensamientos que no son tan útiles, y que pueden obstaculizar nuestro cambio y felicidad, como, por ejemplo: el miedo, la tristeza, pensamientos autocríticos, negatividad o la apatía.
Muchas veces clasificamos las emociones como positivas o negativas, pero es más adecuado pensar en ellas como emociones difíciles o dolorosas en lugar de negativas porque todas las emociones cumplen una función de adaptación. Todas las emociones nos dan información que podemos utilizar en beneficio de nuestro desarrollo personal, si las aceptamos y no luchamos en contra de ellas (en definitiva, luchar en contra de nosotros mismos/as, una guerra en la que siempre perderemos).
Pero ¿cómo podemos aceptar lo que vemos en nuestro interior? y lo más importante, ¿qué podemos hacer para cambiarlo si no estamos satisfechos con lo que descubrimos?
El primer paso es darnos cuenta del contenido de nuestro diálogo interno, el siguiente es ver si esos pensamientos y emociones son útiles en estos momentos o, si por el contrario, nos impiden avanzar en la dirección a la que queremos ir.
Mindful significa “prestar atención” o estar “atento”, es el sinónimo de la palabra Mindfulness (Atención Plena). Cuando practicas el “estar presente” cultivas una actitud basada en:
ACTITUD MINDFUL
- 1 · Curiosidad (en lugar de juzgar): presta atención a las cosas que te ocurren con apertura y curiosidad, sin juicios.
- 2 · Paciencia: reconoce que tienes que darte tiempo, no apresurarte porque estás practicando una nueva manera de ver la vida. La actitud Mindful.
- 3 · Mente de principiante: no te quedes atrapado en lo que sabes y en lo que te ha pasado antes. Ábrete a nuevas posibilidades, como si fuera la primera vez que observas algo.
- 4 · Aceptación: no es igual que resignación. No significa renunciar a cambiar las cosas en el futuro, sino más bien aceptar es no oponer resistencia al fluir de la vida o a lo que ya ha ocurrido. Muchas veces cuando algo nos desagrada lo evitamos (intentamos no pensar/hablar de ello) y otras veces luchamos contra ello creando más sufrimiento en forma de rabia, indignación o ira. Pero recuerda que “Lo que se resiste, persiste” (Carl G. Jung).
Presta atención a tu vida y empezarás a ampliar tus posibilidades.
Observa tu tendencia a reaccionar (tu propio piloto automático) y date el tiempo necesario para
responder de una manera más sana y adaptativa.
¿Te interesa aprender más sobre el cultivo de la actitud Mindful? La práctica de la atención plena está presente en el trabajo que realizo con todos mis clientes.
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